Ortodoncia invisible, beneficios y aplicaciones

 

La ortodoncia invisible es un tratamiento cada vez más demandado y consiste en un procedimiento para la alineación dental cuya principal virtud es que los alineadores que se utilizan son transparentes y pasan prácticamente desapercibidos, por lo que mejoran mucho la estética durante los meses que dura el tratamiento.

En este post vamos a detallar en qué consiste este tratamiento y todos los beneficios que aporta al paciente.

Qué es la ortodoncia invisible

La ortodoncia invisible es un revolucionario sistema para mejorar la sonrisa mediante la alineación progresiva de los dientes mediante férulas transparentes removibles que ofrecen un gran confort y bienestar al paciente durante todo el proceso. Se le llama ortodoncia invisible porque los alineadores transparentes no se ven a simple vista, tan solo en las distancias cortas.

Es un tratamiento muy efectivo para corregir apiñamiento, sobremordida, maloclusiones,  y otros desajustes relacionados con la mordida. El proceso no es muy diferente al de la ortodoncia tradicional. La diferencia más notable está en la colocación y el mantenimiento de los alineadores, ya que se reducen las molestias respecto a los brackets metálicos.

Se trata de un tratamiento totalmente predecible en el que se fabrican las férulas a medida de los dientes del paciente y cada alineador proporciona un movimiento controlado en los dientes. Cada dos o tres semanas, los alineadores se cambian y el ortodoncista comprueba si el proceso se desarrolla como está previsto hasta que finalmente se consigue la mejor sonrisa posible para el paciente.

Cada vez más personas deciden probar la ortodoncia invisible, sobre todo adultos que arrastran maloclusiones desde su época adolescente y deciden conseguir la sonrisa que siempre quisieron tener. Con este tratamiento se evita la ortodoncia tradicional que, ya en la edad adulta, puede causar muchas molestias y un déficit importante a nivel estético que no se está dispuesto a asumir.

Cómo funciona la ortodoncia invisible

El principal requisito para acceder a la ortodoncia invisible es contar con la dentición definitiva, es decir, que la edad mínima aconsejable suele ser a partir de los 14 años. El ortodoncista realiza un examen previo al paciente para comprobar el estado de su dentadura y saber las correcciones que es preciso llevar a cabo. Vamos a ver las distintas fases del proceso:

1ª fase: toma de impresiones.

El ortodoncista examinará tu dentadura y tomará impresiones de tu mordida para comprobar los desajustes que hay que corregir. A partir de aquí comienza la planificación para conseguir la posición ideal de los dientes y cómo deben ser los movimientos progresivos para conseguirla. De esta forma se fija el número de férulas que serán necesarias para culminar el proceso con éxito.

Mediante un software específico, el profesional puede mostrar al paciente cómo se alinearán progresivamente sus dientes, las semanas que durará el tratamiento y, lo que es más importante, cómo será su sonrisa cuando finalice. 

2ª fase: fabricación de las férulas.

En el laboratorio se fabrican las férulas a medida que necesita el paciente para conseguir la sonrisa perfecta. Una vez fabricadas, el ortodoncista las recibe en la clínica y las coloca al paciente. Le dará todas las instrucciones necesarias para que el tratamiento se lleve a cabo de la forma adecuada.

3ª fase: tratamiento.

Una vez que el paciente comienza el tratamiento con los alineadores transparentes debe acudir a la clínica cuando lo solicite el profesional, normalmente cada dos o tres semanas. Entonces se cambian las férulas para continuar con el movimiento controlado de los dientes. El paciente debe seguir las instrucciones y recomendaciones del ortodoncista para que todo se desarrolle sin imprevistos. Finalmente, cuando se haya conseguido la alineación prevista, el ortodoncista dará por finalizado el tratamiento. Dependiendo de cada caso suele durar unos 18 meses.

Ventajas de la ortodoncia invisible

Sin duda, la principal ventaja de la ortodoncia invisible es la estética que proporciona al paciente, lo que le permite hacer una vida normal durante el tratamiento y sonreír sin complejos. Pero hay otros beneficios importantes como estos:

  • Se reducen mucho las molestias con los alineadores transparentes, sobre todo las rozaduras.
  • Las férulas son extraíbles por lo que el paciente puede quitarlas cuando va a comer o en la higiene bucodental diaria. Se recomienda llevarlas entre 20 y 22 horas al día.
  • Las férulas no interfieren en la pronunciación de las palabras y tampoco modifican la posición de los labios.
  • Puedes practicar todo tipo de deportes con los alineadores puestos, a no ser que el riesgo de recibir un golpe fuerte en la boca sea alto.
  • Permite una planificación digital del tratamiento. 
  • Se optimizan los movimientos de alineación dental porque es un tratamiento 100% individualizado.

Como vemos, la ortodoncia invisible ofrece muchas ventajas a la hora de alinear los dientes y conseguir una sonrisa perfecta. Si estás buscando una clínica de ortodoncia invisible en Valladolid te invitamos a pedir cita con nosotros para valorar tu caso. Te esperamos.