En un tratamiento de implantes dentales, el proceso de osteointegración es una de las fases más importantes del proceso para conseguir los resultados deseados. En este post vamos a explicarte con detalle en qué consiste la osteointegración de un implante y cuáles son los factores fundamentales que el especialista debe tener en cuenta.

¿En qué consiste el proceso de osteointegración?

La osteointegración consiste en la integración del implante con el hueso maxilar, es decir, la perfecta unión del hueso con el elemento artificial que va a sustituir a la pieza dental extraída.  

El implante de titanio es un material duradero y muy resistente perfectamente compatible con el cuerpo humano; de hecho tiene un porcentaje mínimo de rechazos, ya que, antes de colocar los implantes se lleva a cabo un estudio previo y se planifica muy bien cada paso del proceso para evitar cualquier problema.

El tejido óseo ha demostrado una gran compatibilidad con el titanio y es un material muy fiable para conseguir la máxima fiabilidad en los tratamientos de implantología.

 

¿Cuánto dura el proceso de osteointegración?

La duración de este proceso dependerá de cada paciente, su capacidad ósea y el tiempo de cicatrización. Normalmente, el tratamiento puede oscilar entre los 4 y los 6 meses. Si el implante se lleva a cabo en la mandíbula puede tardar menos que si se hace en el maxilar superior. La pieza dental comienza a compactarse con el hueso a los dos meses aproximadamente.

Una vez transcurrido el proceso de osteointegración, el implante quedará completamente integrado al hueso y ya puede colocarse la corona. Esta prótesis fija y definitiva es la parte visible del diente y proporciona al paciente una pieza totalmente funcional, como si fuera el diente natural.

El 98% de los implantes osteointegrados se llevan a cabo con éxito, es decir, que el implante de titanio queda completamente fijado al hueso sin presentar ningún tipo de movilidad y sin molestias para el paciente.

En algunos pocos casos puede que se desarrolle un tejido entre el implante dental y, por tanto, el proceso de osteointegración no llega a completarse. Cuando ocurre esto, el paciente puede presentar molestias, dolor y siente que el implante se mueve.

Esto no suele ocurrir y supone solo el 2% de las implantologias practicadas. Si queremos los mejores resultados, resulta imprescindible lograr una fijación perfecta del tornillo de titanio al hueso.

Factores a tener en cuenta en un tratamiento de implantes

Antes de comenzar, el implantólogo debe conocer el estado de salud general del paciente, si tiene alguna enfermedad, si está siguiendo algún tipo de tratamiento o si toma medicación. También debe asegurarse de que no hay ningún tipo de afección bucodental antes de comenzar el tratamiento de implantes, como gingivitis, periodontitis o cualquier otro tipo de infección en dientes o encías.

En caso de detectar tejido infectado, el especialista deberá limpiar completamente la zona afectada y tomar las medidas necesarias hasta que remita la infección.

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de la colocación de los implantes es el estado del hueso maxilar. Si el paciente ha estado mucho tiempo sin piezas dentales, el hueso se reabsorbe y pierde su capacidad para regenerarse. De ahí la importancia de los exámenes previos por parte del especialista, ya que el tipo de técnica empleada varía en función del hueso del paciente.

En caso de que la persona tenga poco hueso maxilar, el profesional deberá valorar si emplea un injerto para aumentar el volumen óseo y lograr una buena osteointegración.

Otro aspecto a tener en cuenta es el espacio disponible. Dependiendo de la pieza que va a ser sustituida, el espacio que deja es diferente. Por ejemplo, la raíz de un canino no es la misma que la de un molar o premolar. Por tanto, el implantólogo debe calcular con precisión el espacio dental disponible para garantizar una buena cicatrización del implante que se va a colocar. Si la pieza dental extraída cuenta con una raíz importante, deberá dejar un espacio amplio.

Por otro lado, también hay que esperar el tiempo necesario para que la parte del hueso maxilar afectada por la extracción se regenere. De esta forma nos aseguramos una osteointegración óptima y un soporte adecuado para la pieza que se va a implantar.

Recomendaciones para una osteointegración perfecta

Aunque el porcentaje de implantes fallidos es muy bajo, el paciente puede seguir algunas recomendaciones muy sencillas para facilitar el éxito en su tratamiento de implantes. Son estas:

  • Evitar hábitos poco saludables: es importante no fumar durante el proceso de osteointegración, ya que el tabaco ralentiza la cicatrización y aumenta el riesgo de infección.
  • Buena higiene bucodental: adoptar buenos hábitos de higiene resulta fundamental para culminar con éxito el proceso y evitar posibles infecciones.
  • Acudir a las revisiones: el especialista debe hacer un seguimiento del proceso de osteointegración para comprobar que todo va bien. El paciente debe acudir a todas las citas y cumplir con las indicaciones del profesional.

En Dentalios, somos especialistas en implantología y queremos devolver la funcionalidad y la estética a tus dientes en el menor tiempo posible. Si estás buscando una clínica de implantes dentales en Valladolid, pide cita con nosotros y cuéntanos tu caso. Te esperamos.